Te vas de campamento, y te lo pasas de puta madre, el mejor verano de tu vida, piensas. Vuelves a casa y te tiras todo el año pensando en el próximo campamento, en volver a repetir todo, mejor. Y entonces llega, y todo a cambiado, los monitores, la chica, tus colegas están raros, todo es extraño, ya.
Y entonces caes, tus mejores años fueron eso, los mejores. Y nunca se van a repetir.
martes, 19 de marzo de 2013
domingo, 17 de marzo de 2013
lunes, 11 de marzo de 2013
domingo, 10 de marzo de 2013
sábado, 9 de marzo de 2013
"¿Sabes que les pasa a los periquitos cuando les separan de su pareja? El primer día dejan de cantar, el segundo dejan de comer y al tercero mueren de pena"
"La vida cambia día a día, hoy estás compartiendo almohada con la chica de tus sueños y mañana estás en una habitación de hotel, más solo que la una. Hoy estás apunto de ser engullido por un tsunami y mañana bailas, y cantas con tus colegas, en una boda.
La vida es un cambio constante. Siempre que algo termina, es porque algo empieza. Y por eso en la vida real no hay finales felices, o finales tristes. Sólo existen los nuevos comienzos. "
"La vida cambia día a día, hoy estás compartiendo almohada con la chica de tus sueños y mañana estás en una habitación de hotel, más solo que la una. Hoy estás apunto de ser engullido por un tsunami y mañana bailas, y cantas con tus colegas, en una boda.
La vida es un cambio constante. Siempre que algo termina, es porque algo empieza. Y por eso en la vida real no hay finales felices, o finales tristes. Sólo existen los nuevos comienzos. "
Escuché una vez, a un viejo decir en un bar, que el hombre, con el tiempo, se acostumbra a todo. Se acostumbra a vivir en Laponia a menos de 40 grados, o en Barbate a más de 40, se acostumbra a estar en una silla de ruedas, a perder un brazo, a no tener padre, incluso a vivir en un puñetero barco en el fin del mundo. Decía ese viejo que era la estúpida manera que tenemos de seguir siendo felices.
Pero hay cosas a las que no te acostumbras ni con todo el tiempo del mundo. No te acostumbras al hueco del otro lado de la cama, nunca te acostumbraras a no ver su sonrisa o a dejar de pedir dos copas en un bar, o a dejar de comprar dos entradas para un concierto, a no notar su olor, ni sus besos, ni a que se te reviente el alma cada vez que te miras al espejo, y te das cuenta de que eres el gilipollas más grande del mundo, por haber dejado escapar al amor de tu vida.
Pero hay cosas a las que no te acostumbras ni con todo el tiempo del mundo. No te acostumbras al hueco del otro lado de la cama, nunca te acostumbraras a no ver su sonrisa o a dejar de pedir dos copas en un bar, o a dejar de comprar dos entradas para un concierto, a no notar su olor, ni sus besos, ni a que se te reviente el alma cada vez que te miras al espejo, y te das cuenta de que eres el gilipollas más grande del mundo, por haber dejado escapar al amor de tu vida.
miércoles, 6 de marzo de 2013
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